Bienvenidos a al blog Revolución Mexicana.

!BIENVENIDOS! Aqui podras conocer aspectos fundamentales sobre este importante suceso de nuestra historia



domingo, 17 de julio de 2011

En este link podras ver un video con imagenes de la Revolución Mexicana acompañadas de un corrido que tambien forma parte de esta historia.

http://www.youtube.com/watch?v=GtGwZp5HmFU

LA REVOLUCION CULTURAL EN TIEMPOS DE REVOLUCION MEXICANA: EL ATENEO DE LA JUVENTUD.


INTRODUCCIÓN.
Para toda revolución debe existir la crítica y la oposición al estado en turno, estos factores que son creados por las condiciones sociales en que se encuentra una nación, no se reducen sólo a algún sector de la población, si no que, por el contrario, se encuentran presentes en los diferentes estratos de la sociedad, ya sean en mayor o menor medida.
Análogo a lo anterior, la revolución mexicana es un hecho histórico impregnado por la crítica y la oposición, dadas desde diferentes trincheras:
Los campesinos y colonos desde la defensa de la tierra, los obreros y mineros desde sus centros de trabajo exigiendo mejores condiciones laborales, empresarios en la protección de sus capitales, políticos y militares en la defensa y búsqueda de mejores escaños de poder. En fin, la mayoría de todos ellos encaminaron sus exigencias en una lucha armada y desembocaron en una revolución de la cual aun se debaten el grado de transformación que esta obtuvo, el si son puestos en practica sus requerimientos y el si fue o no de carácter homogéneo, es decir, una revolución o muchas revoluciones. Sin embargo, estos puntos no son el tema a tratar en este ensayo.
Abordar a la revolución mexicana requiere ir más allá de las batallas, de la política y de lo económico. Se debe trascender, también, en el plano cultural, rescatar a quienes creyeron que una innovación social en México no se podía reducir a movimientos armados y, por consiguiente, optaron por un movimiento cultural, mismo que en las sendas del conocimiento dio origen a uno de los grupos mas representativos de la vida intelectual de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Se trata del Ateneo de la Juventud. Objeto de estudio del siguiente trabajo.




El conocimiento de un periodo fundamental en la cultura de la revolución mexicana se notifica cuando se aborda al Ateneo, para lograrlo “Existe un par de fuentes primarias fundamental para la reconstrucción histórica del Ateneo de la Juventud. Con los datos de esas fuentes se han hecho sus mejores historias y, en rigor, todas sus referencias dentro de historias literarias, de las ideas y culturales de México en el siglo XX.” En estas se han basado los estudios más completos acerca de este grupo, entre los que encontramos la tesis doctoral del norteamericano John Schwald Innes titulada “Revolution and Renaissance in México: El Ateneo de la Juventud” y el libro de José Rojas Garcidueñas, “El Ateneo de la Juventud y la Revolución”. “Una de esas fuentes es la propia escritura de la asociación civil, que data del momento en que cambió su denominación de Ateneo de la Juventud por la de Ateneo de México, a mediados de 1912. En ella se da la relación de socios fundadores y activos. El documento existe en el archivo de la Academia Mexicana de la Lengua.” De la fuente anterior es de la que se sirve Innes para su estudio, por el contrario Garcidueñas se basa en una segunda otorgada por Alicia Reyes (nieta de Alfonso Reyes) a la revista Plural. Se trata de “una carta de Henríquez Ureña a Reyes, fechada el 29 de octubre de 1913, en la cual, además de dar la nómina de ateneístas, le aporta a Reyes un excelente esquema para escribir un artículo que proyectaba publicar en España sobre la generación y la vida intelectual en México, cuyo título sería precisamente Nosotros.” Entre las dos fuentes, menciona Álvaro Matute, existen datos afines pero también divergencias de información acerca de quienes integraron el Ateneo.
Los propios ateneístas nos han legado amplios estudios, muchos de estos aluden a sus memorias y nos ofrecen un recuento de lo que significo esta asociación ávida de una cultura más amplia. Basta con citar, por ejemplo, un Ulises Criollo (Vasconcelos), Apuntamientos de cultura patria (Antonio Caso) ó un Pasado inmediato y otros ensayos (Alfonso Reyes).
LOS ATENEÍSTAS CONTRA EL POSITIVISMO COMO FILOSOFÍA DEL ESTADO.
El positivismo es un momento histórico que socava al estado teológico de la humanidad y propone a la ciencia como el único conocimiento posible capaz de transformar a las sociedades en su propio dios, esto por medio del razonamiento científico. Esta doctrina que encuentra a su principal exponente en el francés Augusto Comte se vio presente durante el siglo XIX. En México se introdujo el pensamiento positivista hasta el año 1869 por medio de Gabino Barreda, a raíz de una reforma educativa impulsada por Benito Juárez.
Uno de los pilares del régimen porfiriano lo constituía la filosofía positivista, ya que esta además de ser utilizada para justificar su estancia en el poder, impedía cualquier cambio contrario a sus intereses.
Las escuelas dependientes del estado impartían como cátedra al positivismo. A principios del siglo XX como antípoda a esta enseñanza comienza a figurar un grupo de jóvenes (posteriormente denominado Ateneo de la Juventud) que se rebela contra la filosofía oficial, pues consideraban, que no solo dentro de ésta se hallaba a la verdad ya que la ciencia se encuentra en una incesante revolución.


Matute Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones; México: Océano, 2002. p 47.
Idem. p.48.
Ibíd.


JUSTO SIERRA Y ALGUNOS MAESTROS INFLUYENTES EN LA IDEOLOGÍA ATENEÍSTA.

Es necesario destacar que el carácter anti positivista de los jóvenes del ateneo hunde sus raíces en algunos casos excepcionales de la docencia porfirista, los escritos de los propios ateneístas nos mencionan quienes eran esos maestros, entre los que figuran: Ezequiel A. Chávez, Porfirio Parra, José María Vigil, Pablo Macedo, Enrique Gonzales Martínez, Luis Urbina y el más citado de todos ellos, sin menospreciar la importancia de los antes mencionados, es Justo Sierra: “entre sus discípulos más destacados se contaron muchos de los miembros de la generación del Ateneo de la Juventud. Tuvo predilección por Antonio Caso, Alfonso Reyes lo conoció de cerca, Vasconcelos hace menciones frecuentes en sus escritos de las cátedras de Sierra, Martín Luis Guzmán lo invoca contraponiéndolo a Bulnes.”
Para comprender mejor el importante papel que juega este personaje en la ideología ateneísta se escribe a continuación parte de una conferencia titulada “el movimiento intelectual en México,” leída en la universidad de San Marcos en Lima Perú en 1916, en la cual José Vasconcelos refiere que a Justo Sierra:

Se debe aquella generación la conciencia definitiva de su propio momento [... ] A los entusiasmos comtistas opuso la fina ironía y la elevación de su pensamiento. Al público ilustrado siempre repitió en sus memorables discursos que la ciencia está muy lejos de ser lo indiscutible, pues sus mismos principios son materia constante de debate, y aun suponiéndola fija y perfecta, ella no es otra cosa que la disciplina y el conocimiento de lo relativo y nada dice, ni pretende decir, sobre los objetos en sí mismos. Los sistemas y las hipótesis científicas, como las filosóficas, declara, son organismos vivos, que, como todo lo que vive, cambia y necesita la refacción perenne de la muerte.
Este hombre extraordinario, que del romanticismo jacobino y todavía más lejos, de la fe tradicional pudo pasar a la comprensión clara de todos los problemas de la ciencia y reformar su mentalidad entera conforme a estas nuevas convicciones; que dedicó toda su energía al magisterio y después a la educación general como ministro de Estado y organizador de la cultura moderna en México, tuvo todavía flexibilidad de espíritu bastante para adivinar los nuevos derroteros de1 pensamiento. En su discurso inaugural de la nueva Universidad, pronunciado en el año del Centenario de la independencia mexicana, reconoce y acoge el nuevo idealismo francés, y también la nueva crítica, la crítica de la ciencia emprendida por los mismos sabios, por los autores de esa ciencia con el propósito de asignar al empirismo su justo lugar entre los recursos admirables del ingenio humano, pero después de calificarlo tan categóricamente como todo lo que procede de la unión miserable y misteriosa de un hombre y una mujer.

“En pleno porfirismo su cátedra significa muchas veces una protesta y una critica.”


Azuela Salvador. La revolución mexicana, estudios históricos; México: INHERM, 1988. P. 4.
Ibíd.


INFLUENCIAS FILOSOFICAS, LITERARIAS Y ARTISTICAS.
El carácter critico que caracterizó al ateneo, no fue posible obtenerlo solamente en las aulas por medio de algunos notables maestros, anteriormente mencionados, para lograrlo los jóvenes del ateneo hicieron de la lectura su pasatiempo favorito, se dieron a la labor de buscar espacios donde pudieran ampliar su conocimiento. De esta manera, crearon pequeños centros de lectura, es decir, cenáculos, entre los espacios que conformaron a estos se encuentran: la casa de Alfonso Reyes, La biblioteca de Antonio Caso, el taller del arquitecto Jesús T. Acevedo e incluso los corredores de la preparatoria donde estudiaban. Pero talvés la pregunta pertinente será ¿Qué leían los ateneístas? Para saberlo bastara con revisar una vez más sus propias palabras. Vasconcelos en la conferencia mencionada en el capitulo anterior nos dice:
Gracias al don de la libertad que nos legaron los reformistas, actuaban otras influencias: allí se discutía a Schopenhauer y de sus ironías y sentencias tétricas se pasaba muy pronto a los estudios de metafísica renovados por él en sus comentarios sobre Kant. Volvimos a meditar el problema del conocimiento, dentro del cual, la ciencia, o lo que es lo mismo, la percepción, es uno de los factores. Paulatinamente vuelve a ganar terreno la Metafísica; la Crítica de la razón pura se hizo el libro del día, y poco a poco aumentaron los lectores de Eucken y Boutroux, de Bergson, Poincaré, William James y Wundt. Otro rebelde, Nietzsche, nos aturdió las orejas de filisteos científicos con las voces elocuentes que al través de los siglos extrae del alma griega en su Origen de la tragedia; y en su Zarathustra nos planteó el problema estético importantísimo y todavía virgen de la significación de la música; nos hizo volver a reír.
Naturalmente que el spencerianismo expuso su teoría del juego como base del fenómeno estético, pero ella no pasó de ciertas cátedras, y fuera el pensamiento se nutría con la doctrina original de Schiller y las de Lessing, Winkelman, etcétera.
Durante el periodo materialista nos domina la crítica inteligentísima de Taine; después, Ruskin ocupa toda la atención y el Oscar Wilde de las Intentions y el De Profundis, por último Walter Páter es tan solicitado que aparece de él una traducción mexicana. Como obras didácticas consultadas en la época, deben citarse las historias de Menéndez Pelayo y de Benedetto Croce, también la de Hegel, aun cuando este filósofo nunca alcanzó entre nosotros la aceptación general acordada a su rival Schopenhauer.

Como podemos ver las influencias provenientes del extranjero son considerables. Los ateneístas se mantuvieron al marco de la cultura global.

EL CONOCIMIENTO LLEVADO A LA PRÁCTICA. ANTECEDENTES INMEDIATOS.



Hasta el momento hemos visto como y en que se sustentaba la actitud anti positivista de los jóvenes del ateneo, sin embargo, la formación de un ateneísta, mas allá de dirigirse a la teoría, requería ser encaminada a la práctica, por lo tanto conformaron como primer paso una revista llamada Savia Moderna, aunque esta tuvo una vida efímera, de marzo a junio de 1906, se constituyo como el antecedente inmediato de lo que después seria la generación del Ateneo de la Juventud. Savia Moderna se dio bajo la dirección de Alfonso Cravioto y Luis Castillo Ledón. En segunda instancia se crea en 1907 la Sociedad de Conferencias, se concibe que fuera Jesús T. Acevedo quien diera la idea de crearla. Sin apoyo oficial ni protección alguna, la Sociedad de Conferencias organizó su primera serie en el salón del Casino de Santa María y la segunda en el conservatorio nacional. “La conferencia se convertía en un instrumento de comunicación cultural a través del cual se acercaba un grupo de jóvenes informados a un publico virtualmente interesado en ponerse al día en cuestiones filosóficas, estéticas y literarias, casi todas relativas al pasado más reciente.” Además de contar con la participación de los jóvenes ateneístas, también, los literatos, poetas, músicos y pintores que habían logrado destacarse en aquellos años fueron participes de esta sociedad.
En su libro “La revolución mexicana: actores escenarios y acciones.” Álvaro Matute nos reproduce los programas.

En el casino Santa María:
1. La obra pictórica de Carrière, por Alfonso Cravioto.
2. La significación e influencia de Nietzsche en el pensamiento moderno, por Antonio Caso.
3. Gabriel y Galán. Un clásico del siglo XX, por Pedro Henríquez Ureña.
4. La evolución de la crítica literaria, por Rubén Valenti.
5. El porvenir de nuestra arquitectura, por Jesús T. Acevedo.
6. La obra de Edgar Poe, por Ricardo Gómez Róbelo.
En el Conservatorio Nacional:
1. Max Stirner y el individualismo exclusivo, por Antonio Caso.
2. La influencia de Chopin en la música moderna, por Max Henríquez Ureña.
3. Gabriel D´Annunzio, por Genaro Fernández Mac Gregor.
4. José María de Pereda, por Isidro Fabela.
5. Arte, ciencia y filosofía, por Rubén Valenti.


Matute Álvaro. Op. Cit…p. 50.


FUNDACIÓN DEL ATENEO DE LA JUVENTUD.
Las actividades teóricas y prácticas que realizaban los ateneístas no sólo les permitieron consolidar un estilo propio de pensamiento, si no que, también, los coloco como uno de los grupos mas representativos de la historia cultural en México, esto después de conformar lo que podría llamarse un horizonte cultural con fisonomía propia que se origina en las postrimerías del porfiriato y que trasciende en la alborada de la revolución mexicana. Para dar entidad real a este movimiento se funda el 28 de octubre de 1909 el Ateneo de la Juventud. “Antonio Caso inició esta agrupación con las conferencias y discusiones de temas filosóficos, en el Salón del Generalito, de la Preparatoria. Más tarde, con la llenada del dominicano Pedro Henríquez Ureña, ‘espíritu formalista y académico’, tomó cuerpo de Ateneo.”
“Gracias al texto de la escritura notarial se sabe, además de quiénes fueron los socios fundadores, que el 25 de septiembre de 1912 cambió su nombre por el de Ateneo de México, y que fueron presidentes de la asociación civil, en orden consecutivo, Antonio Caso, Alfonso Cravioto, José Vasconcelos, Enrique González Martínez y otra vez Antonio Caso.”
“Cinco clases de miembros formarían el Ateneo: fundadores, activos —los cuales tenían las mismas obligaciones—, asistentes, correspondientes y honorarios. Los dos primeros se obligaban a pagar dos pesos al mes. La mesa directiva estaba formada por un presidente, un vicepresidente, un secretario de correspondencia, uno de actas y un tesorero.”

Uno de los hechos mas considerables del ateneo es el logro de la fundación de la Universidad Popular Mexicana la cual “constituye un puente entre el desaparecido Ateneo y el retorno de la diáspora y el aglutinamiento de buena parte de ateneístas bajo la égida vasconceliana en la Universidad Nacional, primero, y después en la Secretaria de Educación Pública, a fin de cuentas, instituciones vitalizadas por el impulso básico de los ateneístas, que así colaboraron en la reconstrucción nacional.”


Vasconcelos José. Ulises Criollo; México: Ediciones Botas, 1935. p. 266.
Matute Álvaro. Op. Cit…pp. 50- 51.
Apud. Matute Álvaro. Tanto Innes como Garcidueñas reproducen los estatutos del Ateneo
Idem. p. 52.




DECLIVE.

Poco a poco el ateneo se fue solidificando en el medio intelectual, sin embargo, después de la caída del régimen de Díaz y con la llegada de Madero al poder, las diferencias de opinión en torno a este sujeto, se vieron reflejadas en un primer quebrantamiento. Posteriormente otra notable diferencia se dio al arribo de Victoriano Huerta a la presidencia, algunos decidieron colaborar con el, quienes no encontraron conveniente dar apoyo a Huerta decidieron dejar el país momentáneamente.
Por otro lado el ateneo tuvo un declive de imagen a través de los años, algunos de sus integrantes contribuyeron en dejar una mala imagen de este grupo, nos sirven como ejemplo:
“Martín Luis Guzmán, el mejor testigo de la Revolución, luchador incansable porque la educación fuera laica, que al final se le recuerda por haber felicitado a Gustavo Díaz Ordaz. Más patético es el caso de Vasconcelos, quien al final de sus días, completamente amargado, hizo una versión censurada de Ulises Criollo. Monsiváis lo resume así: Vasconcelos es el triunfo, el fracaso, la tragedia, el resentimiento y la simpatía por Hitler en sus desdichados años finales.”

LEGADO.
Los aportes culturales del Ateneo de la Juventud se pueden dividir en dos ramos:
a) individuales. Resaltan Alfonso Reyes, Julio Torri, Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso, José Vasconcelos, entre otros. Son personajes salidos del ateneo que han marcado la vida intelectual de México en el siglo XX.
b) Colectivos. Lo más significativo de su trabajo se refleja en su proyecto educativo que se refleja en las acciones de Vasconcelos como Secretario de Educación. Otro de sus logros fue el valor de poner en práctica sus ideales y caracterizarse por la seriedad a su trabajo. Además dice Monsiváis, uno de los aportes más importantes es su introducción de la idea de “rigor” como concepto formativo.

García, Aguilar Juan Carlos. “Ateneo de la Juventud la crónica de una amistad”. Culturas, sábado 12 de julio, del 2008: p. 4.


CONCLUSIÓN.
El ateneo mas allá de significarse una generación con ideales bien definidos representa una revolución del pensamiento, ya que de manera rebelde e inconforme ante la cultura de su época trastocan los cimientos sociales y educativos del positivismo, propician también, el retorno al humanismo y a los grandes clásicos.
Además de renovar el sentido cultural y científico de México. Son precursores directos de la Revolución, son como se menciona en las primeras líneas de este trabajo crítica y oposición, en este caso al porfirismo, son a su vez, valores renovados, rebeldía, sentimiento de responsabilidad, solidaridad ante la ciencia y afán de búsqueda de alternativas ante los impedimentos, son una revolución moral.


BIBLIOGRAFIA.
Matute Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones; México: Océano, 2002

Vasconcelos José. Ulises Criollo; México: Ediciones Botas, 1935.

Azuela Salvador. La revolución mexicana, estudios históricos; México: INHERM, 1988.

Bailón, Corres Jaime; at al. El siglo de la Revolución Mexicana, (tomo I); México: INHERM, 2000.

García, Aguilar Juan Carlos. “Ateneo de la Juventud la crónica de una amistad”. Culturas, sábado 12 de julio, del 2008.

Mac Gregor, Fernández Genaro. EL Ateneo de la Juventud. En línea. Internet. México: 22 de abril, 2009.disponible en: http://www.centenarios.org.mx/AteneoJuventud.pdf

JORGE IVAN CAMACHO MENDOZA

INTERPRETACIONES DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

RESEÑA HISTORICA.
INTERPRETACIONES DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA.
DEL DR. ALAN KNIGHT.


I) Contexto histórico y biográfico.

a) Datos biográficos:
Es profesor de Historia de América Latina en la Universidad de Oxford, Inglaterra. Su trabajo se orienta al estudio de la política moderna de América Latina, especialmente de México. Está interesado en el análisis de los movimientos campesinos y las revoluciones sociales de la región. Es reconocido como uno de los mejores mexicanistas. Ha participado como profesor visitante en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Berkeley, en Estados Unidos. Entre sus libros se encuentran: The Mexican Revolution (1986), US-Mexican Relations (1987), The Mexican Petroleum Industry in the Twentieth Century (1992).

b) Procesos históricos y de carácter cultural:

• Un hecho que permita a Alan Knight analizar y dividir por generaciones a la historiografía de la revolución mexicana, es el comienzo de un revisionismo (corrientes de interpretación histórica) a partir de 1960. Años antes, en 1953, se crea el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, hecho que contribuyo también a crear lo que se conoce como la historia pos-sesenta.




• Las corrientes historiográficas globales provocaron que los historiadores adoptaran nuevas metodologías, una de estas es, por ejemplo, el predominio de una notable especialización por temas, lo que trajo como consecuencia el reflejo de estas tendencias en la producción historiográfica mexicana. En este contexto encontramos a muchos trabajos revisionistas que tratan de la revolución mexicana, entre estos la ponencia del mismo Alan Knight, misma que se especializa en un tema: las interpretaciones recientes de la revolución mexicana.


II) Descripción de la obra.

a) Trayectoria de la obra:

• Se trata de una ponencia presentada en el simposio de Historiografía Mexicanista, realizado en Oaxtepec, Morelos. Aunque esta ha dado lugar a numerosas criticas, menciona Knight, no se ha hecho ningún cambio y se mantiene la versión original, a excepción de dos pequeños apartados que intentan aclarar algunos puntos.

b) Argumentación:

La ponencia de Knight nos expone una de las maneras en que se puede dividir a la historiografía revolucionaria, en este caso, es por generaciones, tres para ser precisos, las cuales presento a continuación, adjuntas con sus características principales:


• La primera esta conformada por participantes y observadores, a menudo partidistas y forjadores de una imagen de revolución popular, campesina, agraria y nacionalista.
• En una segunda generación se encuentran los historiadores académicos, existentes en los años 50 y sesenta, que intercambiaban el partidismo por un supuesto objetivismo.

• Como tercera y última tenemos a la de los baby- boomers, estos se especializan en temas específicos y encaminan su estudio evitando las elites y los líderes ya que preponderan la historia desde abajo.


c) Temporalidad y Fuentes.
La amplia temporalidad que retoma el Dr. Alan Knight, le permite el estudio de fuentes tan bastas y variadas, construidas por autores mexicanos y extranjeros, sin embargo, a pesar del estudio que hace de estas considera que la primera revolución que vio nacer el siglo XX fue de carácter agrario- popular.

III) Comentarios personales.

Podemos considerar que fue el Estado mexicano el principal promotor e impulsor de la escritura de las historias de la Revolución. La Revolución es historia y memoria, pero también es una construcción ideológica. Afortunadamente se ha tratado de anular esta manera de rescatar nuestro pasado.
Debemos enfatizar en que la historiografía mexicana esta marcada por la tendencias globales, por consiguiente, la producción de trabajos de la revolución no se pueden categorizar en generaciones aisladas del desarrollo historiográfico mundial, si no de una manera paralela a este marco.

JORGE IVAN CAMACHO MENDOZA.

ANÁLISIS DE LA PELÍCULA ENAMORADA

http://www.youtube.com/watch?v=5OOvIMBHBlI
Da clip al link para ver el video

Nombre del documento:
“ENAMORADA”.



Tipo de documento:
Cinematográfico; clásico.


Autor (es), datos biográficos, reparto:

Director ……… Emilio Fernández.
María Félix ……… Beatriz Peñafiel.
Pedro Armendáriz ……… general José Juan Reyes.
Fernando Fernández ……… padre Rafael Sierra.
José Morcillo ……… don Carlos Peñafiel.
Eduardo Aroza mena ……… mayor Joaquín Gómez.
Miguel Inclán ……… capitán Bocanegra.
Manuel Dónde ……… Fidel Bernal.
Eugenio Rossi ……… Eduardo Roberts.
Norma Hill ………. Rosa de Bernal.
Juan García ………. capitán Quiñones.
José Torvay ………. maestro Apolonio Sánchez.
Coro infantil de la catedral de Morelia…….. Intervención musical.


Data geográfica y data cronológica:
Puebla en el municipio de Cholula; 1946.


Datos técnicos del documento:
Sin subtítulos, Digital, duración aproximada 99 minutos.




Síntesis de contenido:


“Enamorada” es una de las películas más conocidas de la época dorada del cine mexicano, ésta frecuenta un periodo de vasta importancia para la mayoría de los mexicanos (la revolución mexicana) y aunque su carácter esencial es el de un melodrama en el fondo mantiene el perfil histórico, en algunos casos detrás de varias escenas y en los otros de ciertos personajes.
La historia comienza cuando una fuerza revolucionaria se apodera del pueblo Cholula. El general de la fuerza José Juan Reyes manda traerles a todos los ricos del pueblo con el objetivo de exigirles abastecimiento y dinero (hecho que en la historia real a dado lugar a cuestionamientos, ¿qué eran revolucionarios o bandoleros?), estos se hacen acompañar del cura del pueblo, el padre Sierra quien resulta ser un viejo amigo del general, de cuando estudiaban en el seminario. El primero, don Carlos Peñafiel, se lo niega con dignidad. El general manda encerrarlo. El siguiente Fidel Bernal le jura que no tiene nada pero, al oír la pena de muerte que le impone el general, le ruega aceptar todo lo que tiene hasta su esposa joven. El general hace fusilarlo. Hay presente además un norteamericano, un ingeniero, un tal Mr. Roberts quien le pide al general su salvoconducto para ir a México para comprar el vestido de boda para su novia. La novia es la hija de don Carlos Peñafiel él que fue encerrado por el general y Mr. Roberts le pide su merced en el nombre de amor. El general acepta después de parecer afectado emocionalmente por la petición.
Luego en la calle el general encuentra a la hija de don Carlos, Beatriz, (La Félix) a la que por tener unos profundos encantos le piropea (sin saber su identidad) y ella le da una cachetada ante sus subordinados. Por medio del encuentro se desarrolla el conflicto central, el de los esfuerzos del general de ganarse el afecto de Beatriz y los esfuerzos de ella de humillarlo. Después del comienzo dramático la película tiende hacia lo cómico.
La película aspira a la profundidad mediante el personaje de general Reyes. El ex-seminarista habla con fuerza de sus motivos y sus ideales mientras visita a su amigo el padre Sierra en la sacristía. Habla sobre el tema de la adoración de los reyes al ver la pintura en la sacristía, dice, “los reyes son símbolos de la riqueza y la opresión vistos de rodillas ante el niño Jesucristo”. Hablan también de Beatriz. El general pide la intercesión del cura. Se ha decidido a casarse con ella. Se ve angustia en la cara del cura. Se presenta un triángulo amoroso entre Beatriz, el general y M Roberts quien fuera el novio de Beatriz y al que se deja fuera de la cuenta cuando ésta lo echa por la borda al enamorarse de verdad, hecho que la conlleva a abandonar todos sus privilegios y a unirse a las fuerza revolucionarias en el momento en que éstas se encontraban en retirada ya que el general había determinado no pelear pues había creído que se encontraba derrotado en el amor.




Idea central:
La película vista en su totalidad lisonja al orgullo mexicano. Todos los mexicanos—ya que sean revolucionarios o no—salen bien. Dicen que el ciudadano Fidel Bernal, él que le rogaba al general por su vida sin vergüenza no fue mexicano (no se precisa de donde era). El hombre a quien Beatriz pone en ridículo es un gringo. Los federales no se ven y por eso se dejan de la cuenta (el vencedor escribe la historias por lo tanto todos andaban con Villa (al menos figurativamente) y los federales son no más que figuras anónimas con uniformes y sin caras en el cine mexicano). A fin de cuentas la profundidad de la película es fingida. Se esquivan las cuestiones difíciles.
Conclusiones (opiniones):
A pesar de la falta del criterio histórico la película está bien hecha y deja entrever algunos aspectos reales de la revolución mexicana, por ejemplo, al final de la película en una de las escenas se nota como el general va en su caballo y la mujer va a pie, caso típico del machismo que persistía en aquellos tiempos. Por otra parte la película nos muestra a un revolucionario con una ideología solida, hecho que justifica de alguna manera sus actos entorno al saqueo de las riquezas concentradas en pocas manos; sin embargo, no es posible insertar a esta obra en un tiempo histórico bien definido, aunque en uno de los personajes principales (Juan Reyes) se deja ver la figura de Villa, no obstante, este sujeto no fue participe de la revolución al menos en la zona de Cholula.

JORGE IVÁN CAMACHO MENDOZA.

DE DÍAZ A MADERO

Reporte de lectura: De Díaz a Madero, Friedrich Katz.
Revolución mexicana.
Jorge Iván Camacho Mendoza.


Afirma el historiador Enrique Semo que: “la naturaleza de la planta se manifiesta en la semilla,” es decir, lo anterior remontado al campo de la historia nos enseña que para explicarnos un acontecimiento histórico, es indispensable conocer las causas que lo originaron, de esta manera, se entiende que un hecho como la revolución mexicana es explicativo si se intenta conocer sus semillas; para lograrlo nos sirve como fuente el libro: De Díaz a Madero, de Friedrich Katz, en el cual se tratan de explicar los motivos que provocaron la revolución, mismos que se inician de acuerdo a Katz desde el principio del régimen de Díaz, ofreciendo una visión mas concreta del panorama social, político y económico.

El México prerrevolucionario, dependiente del extranjero y subdesarrollado aunque no de manera extrema, experimento a diferencia de otros países de Latinoamérica una revolución violenta para lograr la incorporación de las clases medias a la acción política, en consecuencia, esto dio lugar a transformaciones incitadas a concurrir a un mismo fin. Tres procesos explícitos en las páginas del libro antes mencionado, de los cuales se intentara destacar lo más importante en este reporte de lectura.


Expropiación de las tierras comunales de las comunidades del centro y sur de México:


La colonización española heredo a América Latina las llamadas comunidades campesinas, sin embargo, esto no quiere decir que se hallan erradicado las comunidades indígenas, pues estas además de sobrevivir conservaron parte de su organización tradicional y autonomía interna. En el mandato de Porfirio Díaz y con el fortalecimiento del aparato estatal de su régimen, las comunidades indígenas y no indígenas se vieron afectadas por el incremento al valor de la tierra que había propiciado la construcción del ferrocarril. Este intento de modernización causo la expropiación de las tierras, acción que genero un notable descontento provocando la mayor rebelión campesina en la historia del México “independiente” en los estados de Morelos y Guerrero. Con este tipo de política agraria Díaz obtuvo la aversión de importantes sectores de la población y aunque esto no desemboco de manera unitaria en una revolución nacional, si lo hizo en la convergencia de otros dos procesos paralelos.






La transformación de la frontera con los indios nómadas en frontera con estados unidos:

La política de Díaz no solo afecto a los pueblos del sur y centro de México, sino que también, lo hizo en el norte. Ahí donde los estados de Chihuhua, Coahuila y Sonora se mantenían independientes en lo político y gozaban de autosuficiencia económica, estos dos aspectos se transformaron a partir del último cuarto del siglo XIX cuando Díaz emprendió una oleada de inversiones extranjeras (en mayor medidas estadounidenses) que repercutieron en los habitantes que habían contribuido a formar el territorio de la zona norte de México, estamos hablando de colonos militares: a quienes desde mediados del siglo XVIIII la corona española había dotado de tierras, con la condición de que estos las defendieran de las invasiones apaches, sin embargo, hacia 1885 cuando estos fueron derrotados y la zona fronteriza adquirió un ambiente de tranquilidad el gobierno comenzó a despojarlos mediante la expropiación de sus bienes no solo materiales, sino que también, de su autonomía política. Otro grupo que también se vio afectado de manera similar fue el grupo indígena de los Yaquis instaurados en Sonora. Ambos grupos de campesinos no encontraron apoyo de ninguna clase no rural hasta el año 1900.

Como ya se ha visto anteriormente, el gobierno de Díaz había perdido adeptos, esto debido a su política agraria en contra de los campesinos. Pero, en este contexto debemos preguntarnos; ¿Por qué estos grupos no recibieron apoyo de ninguna clase no rural hasta 1900? y ¿qué alentó a estos nuevos sectores a inconformarse con el régimen porfirista?.
En un principio la transformación de la región fronteriza trajo beneficios en lo económico a las clases medias y a la obrera industrial, sin embargo, lo aspectos negativos para estas clases comenzaron en los primeros años del siglo XX cuando la inversión extranjera en México se triplico en relación a años anteriores. Algunas de las consecuencias de dicho hecho fueron una tasa de inflación altísima que genero la reducción de los salarios a las clases antes mencionadas, así como un incremento a los impuestos para compensar la reducción de estos a los inversionistas extranjeros y a la oligarquía local, otra de las secuelas fue un factor externo: la repatriación de miles de trabajadores mexicanos despedidos de las minas y fabricas estadounidenses durante cada recesión.

Los hechos anteriormente mencionados conjuntamente con otros, provocaron la intensificación de sentimientos nacionalistas, y aunque esto ha fundado debate entre los historiadores por saber que tan profundo era el nacionalismo, la mayoría de estos centran el tema en el manifestó de un sentimiento antiestadounidense. Algunos comienzan el estudio de este sentimiento a partir de la guerra de 1847 con Estados Unidos, se basan también, en las condiciones laborales que las empresas de este país ofrecían al trabajador mexicano, o en las encuestas realizadas pocos años antes de la revolución. Todo parece indicar que el sentimiento anti yanqui existía, pero hay que destacar que tiempos antes de la revolución y durante esta, se tenía un cierto temor hacia una posible intervención norteamericana, sin embargo, esto no evito los ataques contra estadounidenses.

La rivalidad entre Europa y Estados Unidos:

Los pilares del régimen porfiriano se sentían temblorosos por los problemas que existían dentro de México, a pesar de esto parece que el gobierno no tuvo la predicción de una revuelta nacional, pero si de una toma de poder cada ves mayor por parte de las empresas estadounidenses, el temor que había de una intrusión militar por parte de estados unidos pronto se transformo en el miedo hacia una invasión de inversiones a las que el gobierno reacciono tarde. La estrategia política que Díaz utilizo para tratar de frenar lo anterior consistió en una invitación a las potencias europeas para que invirtieran en México y, de esta manera impedir que las medianas empresas se convirtieran en grandes trusts. Las respuestas por parte de Francia y Alemania se hicieron presentes, sin embargo, las incursiones económicas de estas potencias solo se hicieron presentes en algunos sectores económicos y nunca impusieron un contrapeso a las estadounidenses.
La presencia de la economía norteamericana en México había desplazado a la inversión británica, a tal grado de que esta tenía el objetivo de retirarse y concentrar su capital y supremacía en América del sur. En el momento en que se descubrieron en México grandes depósitos de petróleo esta tendencia se revirtió y las compañías británicas representaron el único contrapeso a Estados Unidos. Hay que destacar que no podía predominar una política comercial hacia Europa mientras existiera el control estadounidense en los ferrocarriles, para contrarrestar esto se formó en 1907- 1908 la compañía Ferrocarriles Nacionales de México. Con lo anterior el gobierno beneficio a algunas compañías de la Gran Bretaña y perjudico a las norteamericanas, también logro el control del sistema ferroviario, pero consiguió la enemistad del vecino del norte.


La expropiación de las tierras, la rivalidad de Estados Unidos con Europa y la transformación de la zona norte en frontera, mas allá de crear condiciones de malestar social otorgaron los medios para orquestar una revolución, ya que la cercanía con Estados Unidos facilito la obtención de armas, mismas que se empuñaron contra un ejercito débil que no pudo detener a los diferentes sectores y clases sociales acogidas por la necesidad de poner fin a los incesantes abusos del gobierno, dando lugar a algo mas que un hecho histórico, pues la revolución mexicana es la cuna del estado moderno.

DE LA OPOCISIÓN A LA LUCHA ARMADA


DE LA OPOCISIÓN A LA LUCHA ARMADA.
MADERO, OPOSITOR ELECTORAL. JAVIER GARCIADIEGO.


La revolución mexicana es un acontecimiento que ha arrojado una amplia gama de personajes, estos han jugado un papel importante no solo como actores de esta gesta histórica, si no que, también los encontramos insertos en la mayoría de los escritos históricos impresos después de la primera revolución que vio nacer el siglo XX. Historia de carácter oficial maquilladora de personalidades (actores políticos, luchadores sociales, caudillos…), y del hacer de estas.
Tal es el caso del acérrimo opositor de la dictadura porfiriana, Francisco I Madero, del cual para aportar una visión mas objetiva, explica Javier Garciadiego es preciso remontarse a su pasado en los aspectos familiares, ideológicos, educativos, políticos y económicos.
En tiempos de la revolución el florecimiento económico era más notable en el norte de México que en otras zonas de este país, una familia con importancia empresarial en diferentes sectores (agricultura, ganadería, banca, siderurgia y en especial el algodón.) fue la de Madero, misma que se contraponía al porfírismo: esto se explica por que por un lado Evaristo Madero quien fuera gobernador de Coahuila (abuelo de Francisco I Madero.) seria desplazado por Bernardo Reyes de su cargo político y, por el otro simpatizaban con el grupo de los científicos, pues la política de estos favorecían a sus intereses económicos.
Es necesario resaltar de Francisco I Madero su tendencia al espiritismo y al republicanismo francés. Influenciado por estos elementos durante su estancia como estudiante de comercio en Paris, podemos al margen de esto entender su formación ideológica partidaria de la libertad, fraternidad y democracia, esta ultima consolidada en California cuando estudio agricultura.



Si bien es importante conocer su formación en el plano educativo e ideológico lo es también en el político, para esto habría que abrir las interrogantes para saber cual fue el momento en que inicia su actividad y cuales fueron las causas que lo motivaron a sumergirse en la política nacional.
1903 es la fecha en la cual Madero decide participar en la política, se cree que lo hace por su amor a la democracia o por un compromiso espiritista, sin embargo si analizamos el contexto veremos que Reyes tuvo que salir del gabinete y retomar la gubernatura en Nuevo León sin el apoyo de Díaz, esto provoco que los científicos tuvieran la oportunidad de ver llegar al poder nuevas autoridades que beneficiaran los intereses de su familia, decide entonces participar en una campaña independiente por la presidencia municipal de San Pedro de las Colonias en 1904 y, posteriormente en otra, ahora contra la reelección de Miguel Cárdenas; aunque de ambas salió derrotado fueron actos que le permitieron adquirir experiencia política.
Un suceso importante fue la entrevista concebida en 1908 por Díaz al periodista norteamericano Creelman, donde sus declaraciones dejaban abierta la probabilidad de elecciones libres pare el año de 1910, este hecho alentó a Madero a escribir un libro, en el cual destaca que debía organizarse un nuevo partido nacionalista y democrático que solucionara los problemas del país.
En 1909 participo en la formación del centro democrático antirreleccionista del que fue electo vicepresidente, para ganar adeptos y consolidar al movimiento, realizo en menos de un año tres giras por los estados de la república mexicana, a estas les sucede otra, ahora como candidato a la presidencia de México. La clara evidencia de que Madero estaba debilitando al poder de Díaz indujo a este a hacer uso de la represión; el hecho esta en el encarcelamiento de Madero en San Luis Potosí y en los ataques contra sus colaboradores y partidarios.


Como ya era de esperarse se hizo presente el juego sucio en las elecciones de 1910, se declararon vencedores de la contienda a Díaz y a Corral y se rechazo cualquier tipo de oposición. Ante dicho acto Madero decide cambiar la lucha pacifica y electoral por la armada, para esto redacta el Plan de San Luis donde desconoce al gobierno de Díaz, se proclama presidente y convoca a la lucha armada el 20 de noviembre a las seis de la tarde, sin embargo la respuesta popular se vio tardía y débil.
El Plan de San Luis no cumplió con los compromisos agrarios que prometía, surgieron nuevos movimientos con nuevos actores sociales que transformaron a la revolución de lo urbano a lo rural, así la revolución mexicana se caracteriza por su aspecto provinciano.

JORGE IVAN CAMACHO MENDOZA.